jueves, 30 de julio de 2015

ECCE MONTAIGNE


Detalle de Montaigne con sombrero. Anónimo.

Leyendo a Montaigne estos días. Bueno, para ser más exactos, una selección bien desbrozada a cargo de André Gide (Páginas inmortales, Tusquets). La traducción no termina de sonar bien, pero no por eso deja de ser efectiva. 

Leo a este hombre, a este Alonso Quijano con medios y cordura, y percibo su aliento, su calor corporal, su olorcillo. Qué delicia escucharle hablar por escrito, vanidosa a la par que humildemente, de sí mismo, sin solemnidad pero a fondo, una tarde cualquiera de hace cuatrocientos años, junto a la chimenea de su castillo, consciente de su buena suerte y de tantísima miseria humana, tras haber comido a placer, como si fuera hoy mismo. 

Fue el primero que escribió conscientemente sin la máscara de los temas; su único tema, decía, era él mismo. 

Eccehomismo literario en sus orígenes.


1 comentario: