lunes, 25 de mayo de 2015

Somos polvo que habla unos días.

E L    U N I V E R S O    A L    H A B L A
«Campo profundo» del telescopio Hubble.

1. Ante la infinitud —o la constancia— de la expansión, nosotros: los límites y pausas que la perspectiva nos permite. La inteligencia es un punto de vista. 


2. Lo minúsculo (las partículas elementales), si ampliado, recuerda a lo inmenso (el universo conocido); y lo descomunal (una galaxia, por no ir más lejos), a gran distancia, se asemeja a lo ínfimo: un hermoso puñado de polvo.  


3. La inmensa mayoría del universo es espacio: distancia, separación, vacío referencial. Y toda distancia conocida ha sido recorrida, cuando menos, por la luz que nos permite verla. Nuestra totalidad comienza con la diferenciación o separación de sus partes y llega hasta donde ha llegado algo ya. 


4. En la abrumadora inmensidad de inimaginables distancias y apoteósicas constelaciones de materia llamada Universo, pronuncio la palabra «yo».

5. En el universo lo único que está a solas es la inteligencia.


6. El universo una burbuja.


7. Creer en el cosmos (el bello orden) o el universo (lo unánime) es un acto religioso; creer que el universo tiene un sentido (o, como dijera Einstein, que «Dios no juega a los dados») es un acto de fe. Y como todo acto de fe, resulta irrefutable. Quienes quieran creer que el universo está ordenado (en el doble sentido de ese término) podrán seguir creyéndolo por siempre. Jamás el hombre, por mucho que ensanche su mundo o por mucho que avance en el conocimiento, podrá resolver definitivamente semejante cuestión. Y con la afirmación contraria (esto es: que la totalidad es en última instancia un caos cósmico) me temo que ocurre otro tanto de lo mismo


8. Cero infinito


9. La Nada es la gran invención humana. Nos preguntamos si hay algo más que Todo, y nos respondemos automáticamente que no hay «nada», es decir, lo que no está, eso que no es. Así es como personalizamos, cosificamos u objetivamos la carencia de un sujeto («eso que») a la vez que negamos («no») el verbo menos preciso de las lenguas humanas («es»). 


10. «Cuando pronuncio la palabra Nada —dice la Szymborska—, creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.» 


11. Lo que hace entrañable al universo es que resulte prescindible.