viernes, 16 de junio de 2017

LOS GRANDES (TÍTERES) CLÁSICOS



Escribir sobre otro escritor consiste mayormente en señalar sus aciertos y desaciertos con el fin de hacerle decir lo que de hecho estamos diciendo —o queremos decir— nosotros. Coacción, en caso de que el autor esté en vida. 

Por eso el filólogo «puro» prefiere dedicarse a los autores muertos, ventrílocuo que utiliza a los clásicos como marionetas. 

La crítica literaria vista como un modo de estupro intelectual y la filología como necrofilia letrada o violación de escritores cadáver.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo, todo juicio o crítica es un despropósito...
    El único "querido" por todos es el famoso de Salomon, logró que la justicia divina la no escrita, se manifestara creando la circunstancia precisa.
    Claro tal y como lo entiendo.. pero..
    :)

    Eduardo Saro

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