jueves, 10 de noviembre de 2016

INDIVÍDUALOS Y VENCERÁS


¿Cómo se ha conseguido que cientos de humanos, codo con codo y bajo un mismo techo en un aeropuerto, por ejemplo—, no se dirijan la palabra, ni se miren siquiera? Antes eso sólo ocurría en las iglesias, ante una supuesta deidad. 

Pero ¿cuál es el dios ante el que los hombres se mantienen hoy aislados en la proximidad? El dios uno y múltiple llamado Individuo. El alma hoy se llama personalidad, ese nocivo complejo de interioridad, y nuestras parroquias son hipnóticas pantallas móviles, preferiblemente con auriculares.

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